UN DESCANSO

VACACIONESDESCANSO

 Debía ser la una de la noche

o la una y media.

Un rincón en una taberna,

tras el tabique de madera:

menos nosotros dos el lugar estaba completamente vacío.

Una lámpara apenas daba luz.

El camarero dormía junto a la puerta.

Nadie podía vernos.

De cualquier forma, estábamos ya tan excitados

que hubiéramos sido incapaces de tomar precauciones.

Nuestra ropa entreabierta…no llevábamos mucha:

era un hermoso y cálido julio.

Deleite de pieles

entre la ropa entreabierta:

rápida desnudez de la piel…una visión

que atraviesa veintiséis años

y ahora viene a reposar en este poema.

-Konstantin Kavafis –

AQUELLOS DÍAS
ARTE DEL COMIK
 

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