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¿ERES AMISTAD O PERTENENCIA?

El Tendedero ENTRE CUATES
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Hace algunos días en una fiesta de cumpleaños, platicaba con una persona sobre la gran amistad que tenía con la festejada, de nuestras experiencias y que llegamos a conocernos en la adolescencia (actualmente tenemos 40 años). Le comentaba de varias cosas sucedidas, una de ellas era la confianza puesta desde hace tiempo, porque justamente en la preparatoria nos toco convivir con diferentes personas, que afuera de la escuela descubres poco a poco la realidad de su conducta, van mostrando otra mascara que a lo mejor no te imaginabas, me refiero a ese tipo de empatia por las circunstancias de no tener ciertos recelos, condiciones y excepciones para estar con otros, en pocas palabras, salir en buen plan con los amigos en algún tipo de convivencia, sólo que hay una parte, que no siente de la misma forma.

Lamentablemente como todo en la vida, en el grupo que pertenecíamos en ese entonces, había una que otra personita, que no le gustaba la idea de que uno o cualquiera de nosotros, saliera con esos amigos que llegó a conocer en otras partes, al pasar algunos años, festejos y demás, se me ocurrió la "grandiosa" idea, de ponerme de acuerdo con pocos de sus amigos de está personita, a echar desmadre, cosa que no le gusto al enterarse, porque decían en otras conversaciones de las cosas padres que hacíamos, me mencionaban mucho (creo que se sentía fuera de lugar, por no ser parte de eso), suele suceder que no somos requeridos para ir a ciertos lugares, ahí surgió la pregunta: O sea ¿Debo de pedir permiso para salir con tus amigos? ¿De cuándo acá pagaste por tener su compañía? ¿De dónde sale esa idea tonta de NO debes de salir con ellos? Tengo entendido que somos personas libres, podemos elegir lo que se nos de la gana y hacer lo que queramos.

Eso no le justifico mi trato con sus amigos, al contrario, fue como darle un golpe bajo o deslealtad, la mera verdad no le gustaba que saliera y menos sin su presencia, como si fueras a hablar mal de su persona, tal vez las cosas se fueron de las manos, al sentirme más identificado con su compañía, al final…¿Quieren saber qué paso? Sencillamente, me dejo de hablar. Yo he sido del pensamiento de que mis amigos de hace mucho tiempo conozcan más personas y en reuniones que hemos hecho, es algo que no puedes dejar de evitar o pasas por alto, mucho menos decirle tú te vas con ese grupo, quiero que vaya con fulanito porque no quiero que estés con el otro. Eso no lo podemos manejar, somos seres sociables y si va alguien a limitarnos para conocer a los de su círculo, está mal.

En las relaciones de amistad, va fuera de lo social o material; es una comparsa apoyada en propósitos humanos, no de selección y de decirles no quiero que salgas con ellos, porque no me parece o en hábitos mala onda, al contrario se debe ayudar a crecer, estimular el cambio, ayuda a madurar, abre caminos, permite gratificar de forma sana y armónica los momentos que se comparten. Es decir, permite vivir a cada quien, dentro de la individualidad. En la amistad no se puede practicar la envidia, los celos, la manipulación, el cinismo, el chantaje, el chisme, ni la discordia, peor aún, en la amistad, no caben los negocios, la trampa, la utilización, la oportunidad, ni la cultura del favor, tampoco el ser superiores.

Repito, cada quien debe de hacer lo que quiere, ni que lo hagan sentir mal con la postura, es toma de decisiones, son actos libres, afectivo, voluntario permanente, debe ser transparente, armónico, sin dejarnos influenciar, dejando esa parte del sentido de pertenencia. Aunque ya hablando de la apropiación personal tiene un ¿Qué? y un ¿Cómo? ¿Qué es lo que en mi vida yo hago "mío"? Dos órdenes de contenidos de mi conciencia: lo que estaba en mí por habérmelo encontrado, haciéndome cargo de mí mismo (vivencias de mi propio mundo exterior e ideas que puedan surgir en mi mente) y lo que estaba en mí por haberlo yo creado haciendo mi vida, mis acciones y mis obras. Sólo cuando el poeta se ha apropiado sus propios versos, valga la redundancia, sólo entonces los llama «suyos» y puede hablar justificadamente de "su" relación. ¿Cómo yo logro hacer «mío» lo que al fin llega a serlo? ¿Cómo incorporo a mi realidad personal?, por mi propia forma de sentir, sin molestar o querer que alguien no se vaya por otra persona, en pocas palabras recuerden que hay todo tipo de disque "amistad", de ti depende el que no te haga sentir una pertenencia de ella. 


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Eliseo Govea

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