DRAGÓN

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Mucha gente pensará que está historia es falsa; yo lo pensaría, si

no hubiera estado ahí, recuerdo que fue un verano, uno muy
tranquilo, oh lo fue hasta esa noche, supongo que tendré que
empezar diciendo que ese verano, fuimos a una cabaña que
rentaba el papa de un amigo, seguramente nos hizo descuento,
pues mi amigo iba con el grupo, lejos de la civilización podíamos
darnos el lujo de hacer todo el escándalo que quisiéramos, y lo
hicimos.

La primera noche bailamos, cantamos y tomamos hasta
que ya no podíamos más, y así llegamos a la segunda noche la
noche con la que comencé este relato, se exactamente lo que
pensaran, pero se equivocan, casi todo el alcohol se acabó la
primera noche y estábamos en la primer cerveza cuando
escuchamos un ruido muy raro fuera de la cabaña, al salir vimos
algo increíble, los tres estábamos sobrios y los tres lo vimos, así
que la teoría del sueño no funcionaba aquí, un enorme dragón
volaba por encima de la cabaña, dando vueltas en círculo como si
estuviera buscando a su presa, yo quise correr y buscar mi
cámara, pero mis pies parecían pegados al piso, tarde unos
segundos o tal vez un par de minutos, no lo se, pero cuando yo o
cualquiera de mis acompañantes reaccionamos entramos a la
cabaña buscamos cámara o mínimo algún celular para poder
grabar lo que estaba frente a nosotros al salir descubrimos que el
fantástico ser había desaparecido tan rápido como apareció.

Al día siguiente fuimos al pueblo más cercano por comida, al
principio ninguno de nosotros comento lo que había sucedido, por
pena o miedo o tal vez tratábamos de convencernos de que todo
había sido un sueño loco y no más, pero después de un rato
alguien toco el tema y los demás nos seguimos como hilo de
media, finalmente alguno de nosotros se animó y le pregunto a un
lugareño si alguna vez había pasado algo extraño en la región
acto seguido el hombre se atacó de la risa y nos dijo – ustedes
vieron al dragón ya sabía que ese pálido de su rostro se me hacia
conocido.

Después de eso hablamos con más gente y nos contaron muchas
historias, algunas más extrañas que otras, decían que cuidaba
algún enorme tesoro, otros que cuidaba la tumba de su antiguo
amo, y otros más decían que era el alma de un antiguo guerrero
maya, azteca o algo así.

Los días que siguieron los dedicamos a buscar su tesoro por toda
la zona, pero sin éxito alguno, analizándolo bien si la gente del
pueblo no la había encontrado era difícil que tres escuincles
mensos lo hicieran. Yo volví dos o tres veces más a esa cabaña y mi amigo lo hizo
durante diez años más, pero ni él ni yo volvimos nunca más a ver
al fantástico dragón.


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